Hola a todos.
Jamiroth va a llevar razón con su idea...
Volverte demasiado consciente, conocer la verdad sea del ambiente que sea... puede ser muy duro.
Para un ser 'elevado' sería muy duro vivir en este mundo, en esta sociedad... si está consciente.
Si
eres conocedor de ciertas cosas y no actuas en consecuencia, estás
generándote un karma ya que sigues actuando como sabes que no deberías
(o tu corazón te dice que no debes) a sabiendas de que no es lo mejor.
Earth
Girl Arjuna, una serie de anime japonés de conciencia ecologista y
bases hinduistas y budistas, me está haciendo 'mal'. ¿O quizás bien?
Sí,
las cosas que vengo viendo en esta serie (la mayoría de ellas) ya las
conocía. Muchas las vine ignorando. ¿Por qué? Porque es más fácil vivir
aquí de ese modo.
Los conocimentos son responsabilidad... y lo estoy aprendiendo por las malas.
Un ejemplo, de los múltiples que podría usar.
Hoy,
como viene pasandome desde hace años aunque procuro 'ignorarlo', vi con
dolor que mi comida estaba 'muerta'. Aquello que iba a pasar a formar
parte de mi, estaba muerto energéticamente. Su consecuencia, en parte
estoy muerta y/o enferma. Mi potencial no está a tope.
El ver el pedazo de carne sobre mi plato fue demasiado, más aún cuando me di cuenta de que una parte no estaba bien cocinada.
No me avergüenza decir que me gusta la carne, pero al percibir su energía... el estómago se me cerró.
Cuando
estuve en Argentina, pude comer pollo campero (del de verdad,
comprobado por mi misma), pollos criados al aire libre, con sol,
caminando, picoteando, cantando. 'Vida de pollo', una vida natural.
Una
muerte rápida, agradeciendo desde el corazón la misma para
alimentarnos. Sin excesos. Una energía .... distinta en cada bocado.
Pero
la carne de mi plato... Crianza apiñada, maltrato, sin respeto,
sufrimiento, enfermedades, medicamentos, crueldad, dolor... ¿Qué estaba
comiendo? ¿Qué iba a formar parte de mi? ¿Qué energía había ahí? No
existía una conexión ahí, no era parte 'del todo'. Se sentía muy
tóxico... y aún así, lo comí.
Mientras pensaba en eso, me giré hacia las verduras con algo de esperanza. Me parecieron igual de muertas... asquerosas.
No
hay huertos. Pesticidas, sin bichos, en serie, tierra no natural (abono
artificial), sin respetar la tierra, modificadas para ser más bonitas,
más grandes, para tardar más en pudrirse, crecer más rápido...
¿Quién
dijo que los bichos hacen mal realmente? ¿Por qué no nos enseñan a
cultivar correctamente? ¿Por qué todo en serie, todo de más, pero
alimentos tan vacios? ¿Por qué más grandes si nos acabamos poniendo
gordos por excesos?
Porque es más fácil.
Sí, la verdura no fue
sacrificada como un animal más también había sufrimiento en ella.
Sufrimiento de la tierra tal vez. Y su energía me pareció igualmente
tóxica. Tampoco había una conexión real con el todo,con la tierra. Se
sentía desconectado.
Eso me hico acordar por qué procuro no
pensar en ello. Por qué lo ignoro, lo anulo. Es más fácil así, pero
hacerlo a sabiendas... ¿Qué clase de energía crea?
Es más... 'facil' vivir.
¿Pero y que comer entonces si prácticamente todo en la ciudad es igual? A morirnos y ya está... eso o a la montaña de ermitaños.
Desde
hace un tiempo, vengo comprando huevos camperos. Había una gran oferta
para elegir y recuerdo que agarré varias cajitas y las abrí. Los miré.
Los sentí. Quizás suene tonto,pero...
Finalmente me atrajo una cajita
verde de huevos medianos, oscuros y moteados, con alguna pluma pegada e
incluso algun resto de excremento.
Esa marca, o quizás esa caja
específicamente, esos huevos, se sentían vivos. Igual que en los pollos
camperos que probé en Argentina.
Su energía era diferente. No sabría cómo describirlo.
Aun
me sorprendí más cuando llegué a casa y me dispuse a freirme uno para
el almuerzo. Cuando lo vi sobre la sartén y vi su llema sentí una
'explosión'. La veía más 'llena', más naranja, más nutritiva, ¡más todo!
Sentía una conexión, veía (o quizás imaginaba) a las gallinas. Menos
explotación, caminando. Sí, controladas, pero con una energía más viva
en ellas. Más conectadas al todo...
¿Eso significaba que mi
intuición estaba en lo correcto? ¿Servía 'sentir' los alimentos? No
habría modo de comprobarlo supongo, al menos no científicamente.
Cuando
al fin pude comerlo, realmente me sentí bien. Se sentía bien, no sabría
explicar. Era diferente a los huevos de siempre. El sabor era más rico,
sí, pero energéticamente había una diferencia bien marcada. Podría
decir que sentía una energía diferente, más natural, bajando por mi
garganta y pasando a formar parte de mi.
Alguno se reirá ante la
idea de 'sentir un huevo', un pollo, una cebolla o el maiz, pero estoy
comprobando lo necesario que es, al menos para mi. A lo mejor debido a
lo que se.
David Topí acudió a mi memoria y el como comentaba que en
realidad, todo depende de tu sistema de creencias. Si crees que eso no
está bien, no te hará bien, sin más. Si piensas que es bueno para ti te
hará bien. Sin embargo él alentaba a sentir la comida. A darse un paseo
por el supermercado, agarrar algo y sentirlo para ver qué tan apropiado o
tóxico es.
Obviamente, aquí en la ciudad, será más complicado encontrar algo 'más vivo', pero no es imposible.
¿Por
qué no sentirlo entonces? ¿Por qué no nos enseñan a eso? ¿No nos
enseñan a buscar, a sentir, a pensar? Porque somos como esas gallinitas
criadas en masa. Un producto más. Es más fácil...
Porque es
más fácil ignorar, agarrar lo primero que se encuentre y a comer. Sin
pararnos a pensar que lo que en principio nos da la vida, está muerto.
Es más fácil ignorar.
Es más fácil hacer como que no sabemos.
Es más fácil sobrevivir, que vivir.
Es momento de responsabilizarnos de nuestros conocimientos...
Suscribirse a:
Entradas (Atom)